Cuando estamos embarazadas y comenzamos a buscar información sobre maternidad y crianza, es posible que no pensemos en la posibilidad de que nuestro bebé nazca de otra forma que no sea por vía vaginal. Sin embargo, puede que nazca por cesárea.
¿Y qué es una cesárea?
La cesárea es una cirugía abdominal a través de la cual se extrae al bebé sin pasar a través del canal del parto. Es cierto que, gracias a esta operación, muchos bebés y madres han podido sobrevivir a situaciones en las que su vida ciertamente estaba comprometida, bien por cuestiones relacionadas con el embarazo y el parto, o por enfermedad de alguno de los dos.
Al ser una cirugía, precisa de la utilización de anestesia en la madre para que se pueda llevar a cabo. En las últimas décadas, y con los avances de la medicina, el método de elección es la anestesia loco-regional (epidural o raquídea), es decir, la mujer puede estar consciente durante toda la intervención, y solamente se duerme desde el abdomen hasta los pies. De esta manera, puede ver, escuchar y tocar a su bebé, nada más nacer.
¿Qué tipos de cesáreas existen?
Las cesáreas pueden ser programadas o de urgencia. Cuando son programadas, la madre ya conoce de antemano el día en el que se va a realizar la cirugía e ingresa, junto con su acompañante, en el centro sanitario. Cuando es de urgencia, puede ser durante alguna de las fases del parto (dilatación o expulsivo) o previo a esto, si la situación clínica de la madre (sangrado abundante, enfermedad) o del bebé así lo indica.
¿Cuáles son las razones que pueden llevar a necesitar una cesárea?
Durante el embarazo ya existen algunas situaciones que hacen que los bebés solo puedan nacer mediante cesárea, como es tener la placenta previa, algunos embarazos múltiples, posiciones del bebé en el útero que no son compatibles con el parto vaginal, etc. En el trabajo de parto también pueden aparecer condiciones que imposibilitan el parto vaginal, como son ausencia de dilatación pasadas unas horas, descenso del bebé a través de la pelvis, poca tolerancia del bebé al estrés que suponen las contracciones, etc.
¿Qué proceso se va a llevar en el centro sanitario durante la intervención quirúrgica?
Para entrar al quirófano debemos tener canalizada una vía venosa (suero), y nos colocarán una sonda en la vejiga de manera permanente para tenerla vacía. No podemos llevar objetos de metal como pendientes, joyas o piercings. Si no tenemos puesto el catéter de epidural con anterioridad, procederán a realizar una anestesia loco-regional para la operación. Si ya tenemos catéter de epidural, se puede utilizar para la cesárea, modificando la dosis de medicamentos para conseguir eliminar el dolor y la movilidad. Nuestras piernas se quedarán completamente dormidas.
Dentro del quirófano, puede que estemos nerviosas, es una situación nueva para la mayor parte de la gente y el personal sanitario tratará de tranquilizarnos e intentará que nuestra vivencia sea lo más positiva posible.
¿Cuáles son los cuidados posteriores en el centro sanitario? ¿Y en casa?
Normalmente, cuando los bebés nacen por cesárea estamos ingresadas más días en el centro sanitario que si fuera vía vaginal. Durante las primeras horas y si la situación lo permite, es recomendable tener al bebé el mayor tiempo posible piel con piel para que se inicie la lactancia materna con éxito. Pasadas unas horas nos retirarán la sonda de la orina y poco a poco nos empezaremos a levantar de la cama. Es muy probable que los primeros cuidados del bebé (cambio de pañal, de ropa, etc.) los tenga que realizar la persona acompañante.
El dolor hay que mantenerlo a raya, ya que puede aparecer y limitar mucho la movilidad. El personal sanitario tratará de que estés lo más confortable posible, y te administrará los medicamentos para controlar el dolor que tú necesites. Una buena comunicación con ellos hará que se pueda ajustar de una forma más precisa.
En casa, un buen descanso y alimentación ayudarán en nuestra recuperación. Al igual que en un parto vaginal, tendremos los loquios (sangrado vaginal durante varios días) y es probable que la zona abdominal también continúe dolorida. Podremos ir adecuando nuestra actividad física según nos vayamos encontrando día a día (pasear, permanecer más tiempo de pie o sentada, etc.), no somos todas iguales.
¿Cómo va a ser mi estado de ánimo tras la cesárea?
Podemos tener un amplio abanico de sentimientos en los primeros días que pueden ir cambiando con el paso del tiempo, desde tristeza, rabia, pena; va a depender mucho de nuestra propia vivencia del momento de la cesárea, del contexto en el que se realizó (de extrema urgencia, si el bebé necesitó ingreso en la unidad neonatal) e incluso de nuestras expectativas e ilusiones con respecto al momento del nacimiento de nuestro bebé. Debemos saber que todos estos sentimientos son totalmente lícitos y que tenemos derecho a expresarnos con libertad, a sacar todo aquello que nos preocupa.
¿Cuándo puedo volver a realizar ejercicio físico?
La actividad física suave (caminar) la podemos iniciar en cuanto nos encontremos con fuerzas y con las sensaciones dolorosas controladas. Es recomendable movilizar las piernas para evitar complicaciones en la circulación sanguínea. El ejercicio físico tendrá que esperar unas semanas. Tras el puerperio (de 6 a 8 semanas) y una valoración de nuestro suelo pélvico y abdomen podremos comenzar con la recuperación de nuestra actividad física. Los ejercicios de alto impacto como correr, zumba, tenis, o carga de pesos muy alta serán lo último que retomaremos.
¿Influye la realización de la cesárea en la subida de la leche materna?
No tiene por qué influir negativamente. Si el bebé está con la madre las 24 horas al día, se le ofrece el pecho a demanda sin limitación de tiempo, y la madre está cómoda, sin dolor, no será un factor negativo. Tendremos que buscar esas posiciones en las que nos encontremos mejor a la hora de dar el pecho, quizás tumbadas, sin apoyar el peso del recién nacido en nuestro abdomen.
¿Cuánto tiempo tengo que esperar para volver a buscar embarazo tras una cesárea?
No existe un consenso en la actualidad sobre el tiempo que debemos esperar para buscar un nuevo embarazo. Muchos profesionales coinciden en que como mínimo se debería esperar un año para evitar complicaciones en el siguiente embarazo, cuando ya la cicatriz de la cesárea esté ya bien consolidada. Además, será un tiempo suficiente para nuestra recuperación de las reservas de hierro si teníamos anemia, así como del peso corporal que teníamos previo al embarazo.
Mónica Blas y Gorane Lozano, matronas de Amane.
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