“Cuando un ser humano puede transformar su sufrimiento en belleza, está salvado”

Entrevistamos a Núria Mompín Bustos, psicóloga sanitaria y autora del libro “Arte Terapia Clínica. El uso terapéutico de las artes expresivas y creativas aplicadas a niños y adolescentes hospitalizados” para que nos explique la labor de la Arteterapia, una profesión con muchos años de recorrido en otros países y que cada vez es más demandada en nuestro sistema sanitario y en otros ámbitos de nuestro entorno.

Núria, ¿qué es la arteterapia?

Es el uso terapéutico de las artes expresivas y creativas, que incluye el dibujo, la pintura, el collage, la fotografía, la expresión musical, la expresión corporal o la danza, la escritura, la poesía, la narración o la dramatización con títeres, entre otros.

Con la arteterapia la persona puede exteriorizar, expresar sus emociones, su mundo interior de una forma indirecta, con el objetivo de que pueda darse cuenta de lo que le está sucediendo en cada momento de su vida y de esta forma poder, con la ayuda de la arteterapeuta, elaborar y gestionar como en cualquier proceso terapéutico, ciertos aspectos que pueden ser mejorables.

En tu libro pones varios ejemplos de personas como Frida Kahlo, Isabel Allende o Ana Frank que utilizaron esa vía para exorcizar lo que les había pasado

El arte es terapéutico para todo el mundo y estas personas que son conocidas son un claro ejemplo del poder sanador del arte en momentos muy difíciles y adversos. ¿Cómo pueden transformar ese dolor, ese sufrimiento en vivencia estética y en belleza?  Hay una frase en la arteterapia que dice que cuando un ser humano puede transformar o transmutar su dolor o su sufrimiento en belleza o acto creativo está salvado, porque hay un cambio, una transformación y eso permite sostenerlo y transitarlo mejor.

A la vista de los resultados, no es de extrañar que el 15 de abril de 2020, la Organización Mundial de la Salud recomendara incluir el arte y la cultura en los sistemas sanitarios. De hecho afirma que el arte, la música, la pintura, la danza… benefician la salud

Desde hace relativamente poco se han reconocido oficialmente los beneficios del arte en el contexto sanitario. Esto ha sido posible porque en países como Estados Unidos, Inglaterra, Australia o Alemania han trabajado desde hace años con la arteterapia y se han realizado estudios que avalan con evidencia científica los beneficios y el impacto en las personas. Concretamente en Alemania los hospitales pediátricos cuentan con arteterapeutas desde 1984, en otros países están integrados en el ministerio de Educación y en Canadá, por ejemplo, es una profesión con más de 70 años de trayectoria.

Sin embargo, aquí es una profesión más joven, apenas tiene unos 20 años y por eso es tan importante que se investigue para avalar y demostrar con evidencia que tiene un impacto en las personas.

De hecho, una de las contribuciones de la arteterapia en el tratamiento del cáncer es la posibilidad de ayudar a las personas jóvenes a emerger de su enfermedad lo más emocionalmente “enteros” y saludables posibles

La arteterapia permite que podamos abordar la dimensión emocional. Porque los y las médicos y el sistema sanitario en el hospital cubre los cuidados médicos físicos de la dolencia, pero si también se aborda la parte emocional, y la persona alcanza un bienestar a este nivel, los efectos de los tratamientos son más eficaces y la sanación o la recuperación física suele ser más rápida. Y esto es lo que pretende hacer la arteterapia. Ésta permite la mejora del estado de ánimo, la reducción de la ansiedad, del estrés postraumático, porque se sienten asustados.

La arteterapia hace que niños y niñas puedan sentir que toman decisiones, que tienen el control de la situación, porque se empoderan y eso mejora la comunicación, la integración y también ayuda a activar la vitalidad del cuerpo porque al realizar alguna actividad placentera, como el contacto con los materiales, pueden sentir bienestar, placer. Y como el cuerpo está desvitalizado por los efectos de los tratamientos, puede reforzar la inmunidad y potenciar una actitud creadora y activa en el propio proceso de recuperación.

Dices que hay muchos elementos que pueden afectar o bloquear la creatividad, como por ejemplo la crítica externa, los prejuicios personales. “No lo hago bien, no sé pintar”

Muchas veces estos bloqueos aparecen en la persona a la que acompañamos en las sesiones de arteterapia. Y nuestra función como acompañantes de su proceso terapéutico es ayudarles a desbloquearse, a dejar los prejuicios fuera de la sala.

Siempre decimos que en arteterapia el juez interno que todos tenemos dentro lo hemos de dejar fuera de la sala, porque el objetivo no es hacer una producción artística o estéticamente bonita ni perfecta, sino llegar y disfrutar. Lo importante es lo que la persona descubre de sí misma al final de la sesión en el diálogo con la obra y con la terapeuta, porque la obra le devuelve algo.

¿Os cuesta mucho trabajar cuando la persona tiene ya el prejuicio de que se le da fatal pintar?

Sí, porque ahí hay un tema de autoestima que también hay que trabajar. Nuestra tarea es crear las condiciones para que la persona se sienta a gusto, segura, y que pueda expresarse sin miedo a lo que va salir, reforzando positivamente cualquier manifestación.

Otro obstáculo que nombras en el libro es que los niños y niñas de hoy en día crecen inmersos en las tecnologías y ya no saben jugar como se hacía antes. Les cuesta crear, inventar juegos…

Exactamente. El riesgo cuando los niños, niñas y adolescentes pasan mucho tiempo en el hospital es que hay muchas horas, y mucho aburrimiento. Ahí es importante que el padre o la madre tengan claro que hay que limitar ese uso y que puedan también aprender a jugar de otras maneras más activas.

También hablas de reconstruir el deseo de jugar en la niña o el niño hospitalizado

El juegos es el motor de acción que permite al niño o la niña conocerse, aprender, descubrir el entorno. Pero en el hospital no interactúan con otras niñas o con otros niños, así que hay que poner el foco ahí. El juego con los títeres es un pretexto para que el niño o la niña puedan dar voz a personajes y así estimular la imaginación, la fantasía. De esta manera se olvidan de la enfermedad,  porque muchas veces tienen que pasar épocas de aislamiento en habitaciones por trasplantes o procedimientos médicos. El juego es una manera de poner la mente en otro lugar. Y creo que es una poderosa herramienta para afrontar la situación

Ya hemos hablado antes de que la arteterapia no está instaurada oficialmente en la sanidad pero ¿podemos solicitarla?

Sí, cada vez más la arteterapia se va introduciendo en el ámbito sanitario. No está en todos los hospitales, pero en los grandes sí y es gratuito porque forma parte de un servicio más del hospital, aunque no siempre los y las arteterapeutas están contratados por el hospital, pero sí a través de asociaciones o fundaciones que colaboran externamente.

La arteterapeuta está dentro de un equipo multidisciplinar, junto con profesionales de la psicología, de la enfermería, trabajadores/as sociales. Desde enfermería se suele proponer o, a veces, lo hace un familiar.  Esto en el caso de niños y niñas hospitalizados, que suelen estar largos períodos de tiempo, pero la arteterapia también la puede realizar cualquier persona en un proceso de crecimiento personal. También se aplica en residencias de personas mayores, o para mujeres que han sufrido violencia de género o para personas que sufren adicciones. La arte terapia es para todo el mundo.

Arte terapia clínica: El uso terapéutico de las artes expresivas y creativas aplicadas a niños y adolescentes hospitalizados

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