8 de cada 10 padres y madres reconocen estar pendiente del móvil cuando hacen algo con su hijo o hija

Este es uno de los datos extraídos del estudio que BBK Family presentó el pasado viernes 25 de noviembre en el Bizkaia Aretoa junto a la psicóloga Pepa Horno y la pedagoga Mar Romera, en el que han participado más de 600 familias con hijos e hijas de entre 6 y 12 años. El objetivo del “Estudio sobre las necesidades de las familias de Bizkaia. Competencias de padres y madres en la crianza” era dar respuesta a preguntas tales cómo “¿Qué competencias parentales tienen las familias de Bizkaia?, ¿Qué debilidades y qué fortalezas son más frecuentes?, ¿A qué tipo de apoyos para la crianza recurren actualmente las familias de Bizkaia y por qué?”. En este artículo además de daros a conocer los resultados, también os queremos hacer llegar las reflexiones que sobre el mismo hicieron la psicóloga y consultora en infancia, afectividad y protección Pepa Horno y la pedagoga Mar Romera.

Sensibilización más teórica que práctica

Entrando de lleno en el estudio, respecto a los resultados del mismo, una de las conclusiones que más nos ha llamado la atención ha sido que las familias poseen una amplia conciencia y sensibilidad en relación con la crianza de los hijos e hijas y las competencias que requiere, si bien es cierto que los resultados dejan entrever que en gran medida esta sensibilización es más teórica que práctica. Así por ejemplo, casi el 90% de las personas consultadas reconocen que animan a sus hijos e hijas a hacer las cosas por sí mismo o misma. Sin embargo, solo el 11,3% asegura no ayudar a sus hijos/as a hacer los deberes o tareas escolares, limitando así su autonomía en tareas que debieran desarrollar en soledad.

Respecto a la autoestima, el 93,8% valora el esfuerzo del niño o la niña cuando desarrolla una tarea y no solo el resultado, el 87,5% le señala a su hijo o hija las cosas que hace bien y también en las que puede mejorar y el 87,1% le dice las cualidades que realmente ven en ellos y ellas.

Los móviles, un foco de distracción

Las tecnologías también tienen sus efectos en el día a día de las familias. Los móviles se han convertido en un foco de distracciones e interrupciones en las relaciones familiares. Ocho de cada diez padres y madres reconocen estar pendiente de este dispositivo cuando se está haciendo algo con el niño o la niña, lo que sin duda incide en las relaciones de confianza y la generación de vínculos afectivos en el hogar.

En cuanto a las competencias para la crianza diferenciadas por género, los hombres presentan un mayor margen de mejora en cuestiones tales como demostrar a sus hijos e hijas que les quieren de forma explícita o desconectar del móvil cuando están haciendo algo con ellos/as. Asimismo, a la hora de hacer cumplir las consecuencias que habían anticipado ante una mala conducta son menos rigurosos y les cuesta más reconocer sus errores delante de sus hijos e hijas.

En el caso de las mujeres, se advierten mayores márgenes de mejora en el autocuidado, puesto que apenas cuentan con espacios para sí mismas distintos a la crianza para hacer lo que les gusta; además, a la hora de discutir con sus hijos e hijas suelen perder la calma más rápidamente y acaban gritando.

Sin embargo, como señala Pepa Horno, el autocuidado no es negociable en la crianza. Tenemos que tener cuidado con conceptos como “renunciar” y “sacrificarnos” por nuestros hijos. Primero nos cuidamos, y luego cuidamos.

Por otro lado, las competencias relativas a conflicto o estrés parental y regulación de emociones son, de todas las analizadas, las que salen peor paradas en el estudio, y esto suele ser consecuencia de las dificultades de conciliación y de vivencia, así como de regulación de emociones.

 ¿Tienes redes de apoyo para la crianza?

A la pregunta de si tienen redes de apoyo informal en la crianza, es decir, familia, amistades, etc… que les echen una mano, una de cada tres personas consultadas afirma carecer de dichas redes. Esta puede ser la razón por la que casi tres de cada cuatro personas consultadas hacen uso habitual de recursos de apoyo socioeducativo durante el periodo escolar, como por ejemplo, el servicio de guardería o madrugadores, comedor… Además el 66% utiliza este tipo de recursos en los periodos vacacionales. Asimismo, casi el 20% de las personas consultadas recurren a una persona contratada, al menos ocasionalmente, para ayudarles en la crianza de sus hijos e hijas.

En cuanto a formarse como madres y padres, casi el 10% de las personas consultadas hace uso frecuente de recursos para completar sus competencias en torno a la crianza, y hasta el 35,5% hacen uso de este tipo de recursos de manera ocasional. Pero en este aspecto son las mujeres quienes recurren con mucha más frecuencia a este tipo de recursos que los hombres. También las personas acogidas a medidas de conciliación se muestran significativamente más sensibles a buscar recursos que completen sus competencias en este ámbito.

Estas fueron algunas de las conclusiones que destacamos del estudio y a continuación te ofrecemos las reflexiones tanto de Pepa Horno como de Mar Romera respecto a los resultados que ha arrojado el informe.

 Reflexiones de Pepa Horno entorno a los resultados del estudio

Los ítems que se incluyeron en el estudio fueron seleccionados en una reunión que desde BBK Family realizamos con el grupo de profesionales expertas que guía este proyecto, del que forma parte Pepa Horno, por ello, fue una de las personas invitadas a analizar los resultados del informe. Horno explicó en la jornada de presentación de los datos que criar tiene que ver con el vínculo, la presencia, los límites, la conexión y la mentalización, la consciencia, el autocuidado y la red.

Y esa fue la razón por la que se incluyeron los ítems que aparecen en el estudio,  porque tienen que ver con el vínculo, con las distracciones, como las que causa el móvil, por ejemplo, aunque no es la única distracción a la hora de estar con la familia y el tercer elemento tenía que ver con la expresión del afecto.

Respecto al vínculo afirmaba que éste no se da, se crea con la presencia, el afecto expreso y el cuidado. Sin embargo, las familias tienen problemas para expresar el afecto y esto puede hacer que la generación del vínculo pueda salir de dañada. El vínculo se genera desde lo que vivo, no desde lo que hago, y por supuesto, estando, lo del tiempo de calidad fue una trampa para quitarnos sentimiento de culpa, puesto que la calidad se da con la cantidad. No hay vínculo sin tiempo compartido. Y nos dejaba la pregunta de “¿Cómo aprender a “querer bien” si me han “querido mal”? “

En cuanto a la presencia Horno remarcaba que es un elemento nuclear en este vínculo. Tenemos que buscar ese equilibrio entre la ausencia y la sobreprotección. Es muy importante estar y ser consciente de cómo estoy, cual es nuestro nivel de conexión con nuestros hijo, con nuestra hija, puesto que puedo estar presente físicamente pero estar desconectada emocional y cognitivamente. No obstante, con la presencia tenemos un gran problema y es el de la conciliación, porque esta sociedad está hecha para que no estemos con nuestros hijos e hijas.

Sobre los límites afirmaba que éstos no son un derecho de los padres y madres, sino que los niños y las niñas tienen derecho a que les establezcamos límites para guiarlos y que no se pierdan, de hecho, somos negligentes si no somos capaces de ponerlos. Los límites les dan seguridad.

Horno también hablaba de la coherencia educativa. Cuando uno cría recurre a sus modelos internos, salvo que haya hecho un proceso de crecimiento personal.

¿Puedo querer bien si no me han querido bien a mí? Si mis modelos vinculares son destructivos, ¿de dónde genero un modelo? Existen amores que hacen año, que te matan. Los vínculos destructivos son tan vínculos como los demás, y nuestros hijos e hijas son espejos en los que nos miramos.

Pepa Horno contaba que a veces escucha la frase “A mí mis padres me pegaron y soy un hombre de bien”, pero esta afirmación se dice porque la persona escucha como hijo o hija, no como madre o padre. Cuestionar que me pegaron es cuestionar a mi padre o a mi madre, por eso no queremos hacerlo.  Por ello, Horno afirma que la mejor inversión que podemos hacer, el mejor regalo para nuestros hijos e hijas, es que hagamos terapia o un proceso de crecimiento personal, que integremos nuestra propia historia, que no perpetuemos modelos que no son buenos.

Para terminar explicó que sin autocuidado es imposible ser coherente. El autocuidado es importante para la consciencia, criar con consciencia. Pero para el autocuidado la logística también es importantísima, que se cubre con la red, y el miedo se trabaja desde la consciencia. Desde que nacen sientes miedo por lo que les pueda pasar, por eso hay que poner consciencia en esos miedos.

Advertía también de que les hacemos responsables de nuestro estado emocional. “Estoy contenta por lo bien que te has portado hoy, o estoy triste por lo mal que te has portado hoy”.  Y esto es algo que no podemos hacer.

La consciencia es agotadora, es más fácil la crianza inconsciente, pero hace daño. Por eso el autocuidado es innegociable en la crianza, porque luego llegan conceptos como “renunciar” o “sacrificarse” por los hijos e hijas. Y ponía el ejemplo del avión, cuando se explican las medidas en caso de accidente, en el que siempre nos recuerdan que las mascarillas nos las ponemos primero las personas adultas y posteriormente se las ponemos a nuestros hijos e hijas. No olvidemos nunca que para cuidar tenemos que cuidarnos.

Reflexiones de Mar Romera sobre el estudio

Aimar Rubio y Mar RomeraMar Romera también forma parte del grupo de profesionales expertas de BBK Family  que participó en la selección de ítems sobre los que se iba a preguntar a las familias. Y respecto al estudio, recordó antes de comenzar su análisis, que los seres humanos estamos siendo, no somos, por lo que haciendo este estudio tomamos conciencia de en qué variables fijarnos y nos ayuda a flexibilizar nuestras opiniones, que son solo relativas a un contexto histórico temporal.

Romera contó la anécdota de que yendo en taxi por Madrid vio a un chico que estaba dando patadas a un contenedor y la taxista se preguntó en voz alta por qué no nos habíamos extinguido. A esta pregunta la pedagoga respondió que la razón es porque somos los únicos seres vivos que somos capaces de sacrificarnos por aquellos con quien no compartimos genes y somos dueños de nuestra voluntad, somos libres. Pero esto también hace que no podamos echar balones fuera, porque estamos en un momento brutal en el que nos podemos permitir un montón de recursos para ponernos en acción, que es la manera en que se desvanece la preocupación.

Y más en lo concreto, Romera resaltaba que el ciclo donde se corta la autonomía de nuestros hijos e hijas empieza por lo motriz, porque es mucho más rápido atarle los cordones que dejarle que los ate y la sociedad ha encontrado el velcro para hacer a los peques absolutamente dependientes.

A niños y  niñas de 0 a 2 años los tenemos atados, no les ponemos en el suelo. Y entonces no hacen el patrón cruzado, en el que el bebé aprende a usar partes de ambos lados del cuerpo al mismo tiempo y de manera predeterminada: gatear sobre manos y rodillas, comenzar a andar, sincronía… Con lo que impedimos su desarrollo a nivel motriz. La autonomía se conquista y supone un riesgo, pero muchas veces les inutilizamos en todo y luego nos venden una app para desarrollar las funciones ejecutivas, que en realidad se desarrollan cazando lagartijas.

Y nos explicaba que concretamente cazando tenemos que fabricar previamente un lazo con un tipo de planta a la que tienes que hacer un nudo y esperar un buen rato a que salga la lagartija y que meta la cabeza en el nudo, y una vez pillas la lagartija, la paseas por un circuito que has diseñado. Y a todo eso se le llama también autonomía emocional.

Asimismo, destacaba que es importante que niños y niñas tengan claro que les queremos por quienes son y no por lo que hacen, y también remarcaba que les tenemos que decir “te quiero pero me voy a tomar una caña con mis amigas”. Porque desde la autonomía emocional tenemos la autonomía moral, porque somos libres y pueden crecer en elección.

Pero ¡ojo! Que con tanto mensaje acabamos liando a las personas porque hay que generar un buen vínculo, con pecho a demanda, con disciplina positiva y dejándoles autonomía y en todo esto a veces nos perdemos. Un ejemplo, “Carlitos, tienes la camiseta azul y la verde, ¿Cuál quieres?” Y Carlitos te responde que quiere la roja. Y tú le tienes que decir, a ver, que no me has pillado, que la azul o la verde, la roja no puede ser. Elección dentro de los límites que le has puesto.

Por otro lado, en el estudio también se trata el autoconcepto realista, cómo soy de verdad. Romera remarcaba que no podemos decirles siempre a nuestros hijos e hijas que sí pueden hacer todo. Hay que tratar de que desplieguen todas sus capacidades, y por eso habrá quién tenga una gran capacidad artística para la pintura o para las matemáticas… Pero que igual no cante bien. Ni con ocho horas de entrenamiento puede que cante bien, así que no nos obcequemos con esto.

Asimismo, si mi madre me dice guapa todos los días, el autoconcepto que yo tengo es que soy guapa. Y llego a los 14 o los 16 años y me paseo pensando que soy Claudia Schiffer, pero el resto no lo ve así. Y es que no vivimos a la altura de nuestras capacidades, vivimos a la altura de nuestras creencias.

El autoconcepto podemos construirlo desde la parte cognitiva ya que son ideas mentales que nos formamos en nuestro cortex.   Es cognitivo, con formación objetiva y se supone que los agentes educativos que tenemos alrededor nos lo tendrían que presentar de la manera más objetiva posible. Y Mar Romera volvió a insistir en el ejemplo de las lagartijas, porque la regulación emocional es una función ejecutiva y cuando cazas lagartijas aprendes a estar quieta y a no hacer ruido, te frustras un montón cuando se te escapa y vas a aprender a manejar la frustración. Y es que la regulación emocional es elegir, pero para poder elegir tengo que conocer entre qué elegir. 

BBK Family

Puedes descargarte el estudio y un resumen de las principales conclusiones en nuestra mediateca:

Estudio sobre las necesidades de las familias de Bizkaia. Competencias de padres y madres para la crianza

Vídeos sobre el vínculo de Pepa Horno para BBK Family

Vídeos sobre educación de Mar Romera para BBK Family: 

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