“Yo no haré con mis hijos lo que mis padres hicieron conmigo”
Entrevistamos a Pepa Horno para hablar de los modelos educativos que realizamos, la importancia del autocuidado en la crianza y de las necesidades que conlleva este periodo.
En la educación de nuestros hijos e hijas recurrimos al modelo de nuestros padres y madres/ la maternidad y la paternidad es amor y logística
La mejor inversión como madres y padres que podemos hacer es mirar hacia dentro. La gente siempre dice: “yo no haré con mis hijos lo que mis padres hicieron conmigo” pero cuando llega el momento de criar, cuando se llega al momento de tener al bebé en brazos uno recurre a los modelos que tiene, recurre al aprendizaje que tiene, si no ha hecho un trabajo de crecimiento personal.
A veces incluso quiero repetirlo a posta, pero todos hemos vivido esta situación de encontrarnos diciendo “yo no diré esto” y te encuentras diciendo exactamente esa frase que tu madre te decía y que a ti te daba mucha rabia, y piensas ¿cómo es posible? Pues es lo lógico.
Si no quieres que sea así, tendrás que hacer un trabajo personal. Por ello, es muy importante que tanto madres y padres y las familias en general entendamos que la mejor inversión para nuestros hijos no es la que hacemos en ellos si no la que hacemos en nosotros. Y eso tiene que ver con un elemento muy importante, que es el autocuidado, yo no puedo criar bien si no estoy bien.
¿Qué importancia tiene el autocuidado?
Hay una cosa que yo vivo mucho porque me toca viajar mucho, cuando vas en el avión y llegan las instrucciones de seguridad del avión, las instrucciones dicen, “pasajeros que viajen con niños póngase la mascarilla y luego póngansela a ellos” así que se trata de, en la medida que yo esté bien, en la medida que me cuide podré cuidar; en la medida que me sienta querido, podré querer; en la medida que me sienta apoyada y acompañada, podre cuidar.
Así que hay tres elementos básicos que son: el proceso personal de crecimiento personal que tiene que ver con mirar hacia dentro, mirar nuestra infancia, mirar nuestra historia, ver y analizar qué parte queremos repetir, y qué parte no, a veces con ayuda, a veces solos, a veces en la pareja… se puede hacer de muchas maneras pero hay que hacerlo.
El segundo es el autocuidado, irse a tomar una cerveza con amigos es ser buen padre, irse un fin de semana con amigos por ahí y dejar a los e hijas hijos con los abuelos es ser una buena madre y un buen padre.
Ser una buena madre y un buen padre no es estar 24 horas al día 365 días al año, sino que es estar bien, y para estar bien a veces uno necesita tiempos personales. Ni siquiera tiempos de pareja, sino tiempos personales. En una familia debe haber tiempos individuales, debe haber tiempos de pareja y debe haber tiempos de familia. Eso es complicado, porque estamos hablando del mundo tal cual es y de trabajar y de las horas que tenemos, pero es un elemento que no debemos olvidar.
¿Se puede criar sin red?
En la medida que tengamos tiempos personales, podremos cuidar mejor. Y hay un tercer elemento que tiene que ver con la red, es imposible criar bien sin red, así que cuando la gente decide tener un hijo o una hija lo primero que tiene que mirar es a su alrededor, y ver si tiene gente en la que va a poder apoyarse, apoyarse no solo cuando tenga miedo, cuando este asustada, cuando esté enferma o enfermo y no tenga con quien dejar a los niños, cuando tenga que irse de viaje… Para la logística. Yo siempre suelo decir que la maternidad es amor y logística. La maternidad y la paternidad; amor y logística.
Hay que tener una parte de logística cubierta, pero también cuando tienes miedo, cuando estas asustado, cuando no sabes cómo hacer las cosas, ese llamar a tu madre, llamar a un amigo, ese poder apoyarte en una red, esa red que se genera entre los padres cuando tienen niños (tú le recoges en el cole, tú apoyas al otro) esta red es fundamental.
Para criar bien no se trata de tener pareja, se trata de tener red. Hay personas solas que tienen red, personas solas que no la tienen, parejas que tienen red, parejas que no la tienen. Así que al final son tres elementos: Uno, la historia personal en la medida que la tengas trabajada, no se trata de haber tenido una buena infancia, se trata de haya sido la que haya sido tu infancia, tenerla trabajada.
Dos, un autocuidado sistemático, tus tiempos, tus espacios, y entender que eso es una inversión como madre y como padre. Y tres, tener una red de apoyo, sin red, en soledad no se cría bien. Estamos hechos para criar en tribu, estamos hechos para criar en comunidad, y la comunidad es uno de los elementos que más se ha perdido en nuestra sociedad, así que tenemos que recuperarla con urgencia. Antiguamente la familia extensa cumplía esa función, hoy en día eso no es así, así que hay que recuperar esa parte, porque sin esos tres elementos no se puede criar bien y educar adecuadamente a nuestros hijos e hijas.
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