“¿No has recogido tu habitación?, ¿Con quién vas a salir?” Cómo pasar del interrogatorio a la comunicación en la adolescencia con Roberto Aguado

Como sabéis, el pasado 9 de noviembre tuvimos la ponencia del psicólogo Roberto Aguado, “Adolescencia: el arte de dar confianza basada en los hechos” dentro del Family Lab Adolescencia.  En ella, Aguado nos explicaba que la adolescencia es un tiempo en el que todo se amplifica, de vulnerabilidad, ya que es un periodo que requiere una transformación. Por un lado, ya no son lo que eran, pero tampoco son lo que serán. Asimismo se produce una confrontación generacional, pero es importante recordar que para ser una persona adulta también hay que ser adolescente y todos y todas lo hemos sido. Y recalcó que son muy solidarios y solidarias:

 

Además, es una etapa donde más que dialogar, les interrogamos, les exigimos. Entramos en su habitación y les recriminamos diciendo: “¿Aun no has recogido tu habitación?” o “Ayer no sacaste el lavaplatos”, “¿Con quién vas a salir?, ¿A qué hora volviste ayer?”. Seguro que algo de esto os suena.

Nos encontramos con que es un poco difícil encontrar un término medio entre acompañar y no atosigar. Un ejemplo que puso el psicólogo Roberto Aguado lo ilustró muy bien: Cuando le llevas un zumo a su habitación y te dice: “¡Ya estás espiándome!, ¡qué pesada!”, y si no les traes el zumo te pregunta: “¿Hoy no me vas a traer el zumo?”, y te quedas en plan: “¿En qué quedamos, te lo traigo o no te lo traigo?” En ese momento nuestro hijo o nuestra hija con este tipo de reacciones nos está diciendo  de alguna manera que no le abandonemos, pero que ya es mayor y necesita su espacio.

Aprendizajes de la ponencia de Roberto Aguado

Lógicamente, cuando una madre o un padre va a este tipo de conferencias, conecta con su vivencia y trata de buscar claves que le sirvan. De hecho, en la encuesta de evaluación de la ponencia de Aguado, les pedimos que intentaran trasladarnos qué aprendizajes se habían llevado, y una madre que asistió a la ponencia nos decía: “He aprendido que es importante el trabajo previo con nuestros hijos antes de que lleguen a la adolescencia. Tenemos que trabajar la comunicación, el reconocimiento de sentimientos, la tranquilidad ante los momentos más “tensos”… Y una vez que sean adolescentes, tener mucha paciencia con ellos, saber escucharles, no juzgarles, reforzar su autoestima, acompañarles y seguirles a una distancia intermedia, ni estar muy encima de ellos ni abandonarles”. Otra persona que también asistió a la ponencia nos trasladaba que es importante “atender la emoción que provoca el comportamiento. Que no te cambie. Que la persona adulta se mantenga donde tiene que estar. Hacer lo que depende de ti”.

Pero también hay personas que se quedaron con el humor, porque Roberto Aguado nos recalcó que el humor aligera muchas situaciones: “La gestión de las emociones, una visión más positiva de la adolescencia, la importancia del humor como medio de relación, la importancia de mantener la calma o saber cómo gestionar la emoción como adulto frente a las reacciones del adolescente, la importancia de la autoridad sin ser autoritario”. Y es que tener autoridad no significa ser autoritario. Se pueden poner normas y límites de manera efectiva y afectiva.

Adolescencia: el arte de dar confianza basada en los hechos

Asimismo, Roberto Aguado habló de la confianza y ponía un ejemplo con el móvil. Si vemos que nuestra hija o nuestro hijo gestiona bien su móvil, — que por cierto no es suyo, es tuyo porque eres tú quién lo paga, así que tienes el derecho de mirarlo — entonces puedes alejarte, porque la confianza en lo que está haciendo te lo permite. Es decir, los hechos te reafirman que puedes dar confianza a tu hijo o a tu hija y a veces, esto nos lo tenemos que trabajar.

Y para ello, como explicaba esta otra persona que acudió a la ponencia  es importante “entender cuanto de necesario es trabajarse a uno mismo como adulto sin necesidad de pensar que el que debe cambiar es el adolescente. Creo que es algo que se olvida constantemente en el día a día cuando te frustras y enfureces cuando los hijos no actúan como nos gustaría”.

A lo que otra persona añadía que tras la ponencia de Roberto Aguado lo que nos dicen en la adolescencia es: “No me preguntes, pero interésate por mí”. Y se quedaba con este mensaje: “Lo importante no es cambiar al otro sino que el otro no te cambie a ti. Ten tu propio liderazgo interpersonal, sé feliz y contágiales que ellos quieran hacerlo también. Estate presente, haz un contrato cada día. Ayer fue ayer, mañana será mañana. Tienes HOY con él. Rigidez y flexibilidad emocional….mirarle como cuando nació, con ese amooooor”.

Roberto Aguado se despedía recordándonos que la adolescencia pasa y que tenemos que tener nuestros propios intereses y, en el caso de que tengamos pareja, que no decaiga el amor ni el sexo. Porque “se nota mucho quien tiene vida e hijos e hijas y quien no tiene vida y tiene hijos e hijas. Así que es importante recordar que sólo se vive una vez”.

Taller y nueva ponencia con Roberto Aguado

El próximo viernes 1 de diciembre comienza el taller “Un viaje emocionante” en el que madres y padres estarán trabajando la comunicación para mejorar la relación con sus hijos e hijas. Este taller está completo. Pero el Family Lab Adolescencia continúa en febrero. El próximo 7 de febrero llega la ponencia de Roberto Aguado “Cruce de caminos” donde además de las claves que aportará Aguado, también escucharemos la voz de los y las adolescentes. De hecho, es una ponencia para madres y padres y para adolescentes. Puedes reservar tu entrada gratuita aquí.

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