Si tienes una hija adolescente puede que hayas escuchado esta frase más de una vez. SHEIN es una empresa de comercio electrónico donde se pueden adquirir productos como ropa, complementos y bisutería, entre otros y su gran éxito radica en el bajo coste de venta: pendientes a 0,75 euros, camisetas por 2 euros…
Sin embargo, SHEIN tan sólo es un ejemplo, ya que existen decenas de empresas con este modelo de venta a bajo coste. Y es ahí donde radica el problema, porque frente a estos precios es difícil sin una argumentación previa que una adolescente sea capaz de entender por qué no comprar, y por qué no hacerlo en cadenas tan baratas. Por ello, es necesario contarles que la industria textil es una de las más contaminantes del planeta y que para fabricar una prenda a ese precio es extremadamente complicado que se respeten los derechos laborales.
Educar en la sostenibilidad de la moda
Intentar que el mundo sea sostenible depende de todas las personas que vivimos en este planeta y una de las grandes responsabilidades que tenemos como madres y padres es enseñar a nuestros hijos e hijas a cómo cuidarlo y respetarlo.
Conocer los procesos de fabricación y el coste medioambiental que tiene es vital para poder cambiar nuestra mentalidad y la suya a la hora de comprar. ¿Sabías que para fabricar un par de vaqueros de algodón se necesitan 10.000 litros de agua, 2.700 libros para una camiseta? Por no mencionar la gran contaminación medioambiental que supone la forma en la que se fabrican estas prendas y el consecuente gasto de energía.
Camisetas a 2 euros, ¿a cuánto los derechos laborales?
Y si nos centramos en los derechos laborales de las personas que trabajan en dichas fábricas, podemos intuir que son muy mejorables. Conocer lo que sucedió en el edificio Rana Plaza en Daca el 24 de abril de 2013 ofrece una idea de las penosas condiciones en las que se trabajan en países como Bangladés.
Aquel día, el bloque de ocho pisos que albergaba fábricas de ropa, un banco y varias tiendas se derrumbó mientras las personas empleadas trabajaban. Pese a que el día anterior se había advertido de que había grietas en el edificio, se ignoraron las recomendaciones de abandonarlo y más de 1100 personas murieron y alrededor de 2400 resultaron heridas, entre ellas bebés, niños y niñas que estaban en guarderías del edificio. Esas fábricas producían prendas de vestir para Benetton, Mango, Primark, Inditex, DessBan, The Children Place, Monsoon y empresas de distribución como El Corte Inglés.
Esta desgracia marcó un antes y un después, ya que tras el suceso se produjo una gran presión por parte de los sindicatos y las ONGs para mejorar las condiciones laborales, y se firmó un acuerdo entre diferentes marcas para realizar inspecciones independientes de dichas condiciones.
Actualmente, entre 25 y 60 millones de personas trabajan en el mundo en la producción de prendas de vestir, una de las industrias manufactureras más grandes. Sus condiciones laborales rozan, en muchos lugares, condiciones de esclavitud. De hecho, el 59% del coste de fabricar una camiseta está relacionado con su distribución mientras que sólo el 0,6% es la mano de obra de la confección. A la luz de estos datos, hoy más que nunca debemos de actuar.
¿Qué podemos hacer para impulsar la sostenibilidad?
Diferentes iniciativas se han puesto en marcha para tratar de combatir tanto el cambio climático y mejorar las condiciones laborales de las personas que trabajan en la industria textil.
Fashion Revolution es una muestra de ello. Se fundó a raíz de la tragedia de Rana Plaza en 2013 y desde entonces ha ido creciendo, movilizando a la ciudadanía, a marcas y personas que legislan a través de la investigación, la educación y la promoción hasta convertirse en el movimiento de activismo de la moda más grande del mundo.
“Somos un movimiento global de personas que hacen que la industria de la moda funcione”.
Personas diseñadoras, académicas, escritoras, líderes empresariales, minoristas, comercializadoras, productoras, políticas, trabajadoras y amantes de la moda forman parte de la Fashion Revolution, tratando que la industria de la moda global conserve y restaure el medio ambiente, y valore a las personas por encima del crecimiento y las ganancias.
Este año, tendrá lugar la Fashion Revolution Week Euskadi 2024 entre el 25 y 27 de abril. Si quieres conocer más a fondo esta iniciativa, el 25 de abril se presentará en la sala Ganbara de BBK Kuna, con la intervención de 3 profesionales relevantes del sector que están en la actualidad trabajando para una transición hacia un modelo más sostenible en la industria de la moda.
El 26 de abril en la Sala BBK tres escuelas de moda de Bilbao: IED-Kunsthal, Javier Berroeta e INEDI mostrarán sus propuestas de moda sostenible en tres desfiles y tendrán lugar mesas redondas, exposiciones sobre materiales sostenibles para la industria textil, y recuperados del residuo textil para otras industrias. Por último, el sábado 27 de abril se inaugurará una exposición en memoria de lo ocurrido en Rana Plaza.
BBK Kuna
Consejos reducir el consumo de ropa:
1. Reutiliza. Intercambia la ropa que no te pones con tus familiares y amigas/os, o adquiérela o véndela en mercados y tiendas de segunda mano. Conseguirás renovar tu vestuario y dar nueva vida a tus prendas antiguas. 2. Recicla. Utiliza tu creatividad para convertir una prenda en otra, adaptarla, cambiarla… 3. Reducir. Asegúrate de que necesitas algo y de que realmente te lo vas a poner antes de comprarlo. Si compras ropa nueva que sea de marcas sostenibles. Alargar el tiempo de uso y vida de una prenda es sostenible. Y si sólo la necesitas para una ocasión… puedes plantearte alquilarla
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