Entrevistamos a la psicoanalista Susana Brignoni para que nos dé algunas claves sobre la adolescencia.
Susana, ¿Por qué nos preocupan tanto los adolescentes o las adolescentes?
Nos preocupan básicamente porque frecuentemente creemos que son un problema. Cuando en mi consulta vienen padres o vienen educadores en el momento en el que están junto con chicos que pasan por este momento dicen básicamente que tienen un problema con ellos, o incluso cuando consultan antes, cuando vienen con un niño pueden decirte: “traigo a este niño ahora porque es muy inquieto y no quiero imaginarme qué va a ser cuando sea adolescente” o fíjate “esta niña de 7 años, que es muy contestona, ya parece una adolescente”.
Es decir que de entrada la adolescencia se nos presenta, es una adolescencia imaginada por supuesto, y se nos presenta del lado de algo que puede ser un poco amenazante para las personas adultas o que puede implicar un cierto riesgo y además podemos agregar que frecuentemente los adultos piensan que en su época, en la época en la que estamos viviendo, es aún peor que en épocas anteriores.
Muchas veces los padres vienen y dicen algo así como: “no sé qué ha pasado, me han cambiado a mi hijo” o “mi hija antes hablaba cantidad y ahora no hay forma de comunicarse con ellos”. Y entonces tienen esta idea de venir a consultar, incluso traer a su hijo adolescente al psicólogo, y creen que lo que van a conseguir con eso es que le devuelvan al hijo que tenía antes.
El niño o la niña que era antes ya no va a volver
Entonces frente a esa idea podemos decir que tenemos una buena y una mala noticia. La mala noticia es que el que era antes ya no va a volver, y la buena noticia es que la adolescencia es un periodo de la vida que es absolutamente temporal, que va a pasar, que no se va a quedar siempre ahí. Así que es indicado preguntarse qué es lo que ahí sucede en el momento en que hay muchísimas discusiones en casa. Esto que ellos dicen por ejemplo, “mi hija hablaba muchísimo y de repente ya no quiere hablar, se encierra en la habitación, solo quiere estar sola, da portazos o cuando le preguntamos algo inmediatamente nos dice de muy mala manera, “no me ralles, no me taladres…”
Esto nos indica algo a los adultos, nos indica que por ahí estamos siendo demasiado interrogantes con ellos, es decir, no es que estemos intentando dialogar, si no que estamos interrogándolos, y eso es muy invasivo. Entonces los adultos tienen que buscar un cierto saber en algunos lugares, por ejemplo, hablando con un psicólogo, o en el grupo de padres, tienen que buscar un cierto saber para poder separarse un poco de este interrogatorio.
La adolescencia es una época donde los chicos y las chicas sienten que todo es posible
Una definición de adolescencia que a mí me gusta muchísimo, que nos da un psicoanalista francés que se llama Alexandre Stevens, dice que la adolescencia es una época donde los chicos y las chicas sienten que todo es posible.
Por eso muchas veces tenemos la sensación de que hay un cierto sentimiento de omnipotencia, incluso los padres temen por los adolescentes porque en esa idea de que todo es posible parece que no tuvieran ninguna consciencia del riesgo o de los peligros. Y en cierta de medida es así, es decir, es un momento, como decía antes, para ser vivido y no para calcular demasiado.
Es la primera vez en la vida que se encuentran con algo que se puede realizar que hasta ese momento no se trataba de eso. Eso que se puede realizar en la adolescencia es algo del orden de la sexualidad, algo que viene del cuerpo, que es profundamente inquietante para los adolescentes.
Alguien decía: “la adolescencia es una época donde las frases que define el cuerpo es lo que quema en el cuerpo”. Y los adolescentes frente a eso están perdidos y además de estar perdidos, cuando salen a buscar respuestas respecto a eso o para ver cómo hacer, se dan cuenta rápidamente que entre las personas no hay una forma de hacer que esté prestablecida, es decir que cada ser humano, cada persona, tiene que inventar.
Por eso muchas veces en ese momento de invención lo buscan con los semejantes, en los grupos, tratan de copiarlos o hacen todo lo contrario de lo que los adultos les indican porque parece que por ahí pueden encontrar la respuesta. Entonces podríamos decir que una definición interesante de la adolescencia es que: La adolescencia es un tiempo de búsqueda, un tiempo de investigación, y que los adolescentes tienen que hacer un trabajo subjetivo muy importante para poder encontrar respuestas a algo que les viene desde el cuerpo y que no le sirven las respuestas que los otros les dan.
Susana Brignoni, psicoanalista