Niños triste coronavirus

Cómo hablar a niños y niñas de la muerte y ayudarles con sus duelos

Reconozcámoslo… No nos sentimos cómodas al hablar de la muerte. Y cuando tenemos que hacerlo con nuestros hijos, se nos encoge el estómago aún más. Tratamos de evitar el tema con ellas. Cuando no hay más remedio, porque alguien de la familia ha fallecido, intentamos pasar el expediente con frases como: “Ya no está”, “Se ha ido a otro sitio”…, tratando de “endulzar” un poco el hecho.  Porque no tenemos certezas, porque nos invade la tristeza, porque creemos que cuanto menos sepan sufrirán menos, porque tenemos miedo a no saber responder sus preguntas curiosas, porque creemos que no se enteran siendo tan pequeñas…  Sin embargo, la muerte y hablar de ella, debería ser algo natural. Tendríamos que hacerlo antes de que ocurra alguna y de una forma que pueda ayudarles a entenderla mejor.

En cualquier caso, cuando se produce la muerte de un familiar, ellas también sufren un proceso de duelo y necesitan que les  acompañemos. Quizás estos días se esté dando el caso. Aquí os dejamos algunas ideas que pueden ayudaros en el caso de que sufráis alguna muerte cercana.

Cómo abordar el duelo con las niñas puede depender de muchos factores: el grado de vinculación con la persona fallecida, la forma en que se ha ido, la edad del niño y nuestro propio estado emocional como personas adultas. Más allá de todos estos parámetros hay cosas que pueden ayudarnos:

CUÁNDO, DÓNDE Y QUIÉN CONTÁRSELO

 

Sería conveniente no esperar mucho a contárselo, ya que los niños detectan rápido que algo pasa.  Y si no saben el qué o por qué pueden angustiarse. Tendríamos que elegir un lugar tranquilo, con cierta intimidad.  Y debería hablar con ellos alguien cercano y que esté relativamente “sereno”. Quizás es mejor que sea el aita quien se lo cuente en un primer momento si quien ha muerto es la abuela materna, por ejemplo. Y usar un tono cálido, estar atentos a sus emociones y preguntando por las dudas que puedan tener.

QUÉ DECIRLES

En este caso, la edad de las niñas va a ser algo importante a tener en cuenta. Por ejemplo, hasta los 6 años, domina en el mundo emocional de las niñas el egocentrismo, la omnipotencia y el pensamiento mágico, por lo que siempre van a poder pensar que las personas fallecidas van a poder volver, que ellas tienen que ver con todo ello …En cualquier forma, de forma general , habría que transmitir 3 ideas:

  • LA MUERTE SE PRODUCE PORQUE ALGO EN EL CUERPO FALLA- NO NOS DORMIMOS Y YA NO NOS DESPERTAMOS

Evidentemente, no es necesario dar una clase de anatomía. Es interesante hablar de que una persona muere porque algo en su cuerpo ha fallado: el corazón, los pulmones, el cerebro… Muere por esa razón, no porque se portó mal o porque se metió a la cama, se durmió y no despertó… Si damos este tipo de razones, la niña puede crear sus propias fantasías y sentirse preocupada por su propia muerte cuando vaya a dormirse o cuando se porte mal.

Responder que “nos ha dejado” o “se ha ido a otro sitio mejor” puede generar también cierta angustia en el mundo emocional de la niña no queriendo separarse de sus padres o pensando que no hemos sido suficientemente buenos con la persona… Las niñas más pequeñas podrán preguntarnos cómo va a comer, cómo va a escuchar o dormir la persona fallecida y deberemos decirles que ya no tiene un cuerpo que necesite hacer esas funciones.

  • LA MUERTE ES ALGO QUE LE PASA A TODOS LOS SERES VIVOS – ¿Y TÚ TAMBIÉN TE VAS A MORIR? ¿Y YO?  

Podemos transmitirles la idea de que todas las personas y seres vivos nos morimos, incluidas las plantas, las monas, los elefantes… Ante esto, vamos a recibir la esperada pregunta de: “Y tú, papá ¿también te vas a morir?”  Y aquí hemos de tener cuidado porque si les decimos un SÍ sin más, podemos generarles bastante angustia porque la concepción que tienen las niñas del tiempo es diferente. Pueden pensar que ese SÍ implica que mañana mismo se puede morir mi padre. Por eso, habrá que añadir una POSTERGACIÓN,  añadir una coletilla de: “SÍ,  como todas las personas me moriré, pero cuando sea viejecito…”

  • LA MUERTE ES ALGO IRREVERSIBLE- RITUALES DE DESPEDIDA

Es necesario que las niñas sepan que de la muerte, no se vuelve. Es decir, su abuelo fallecido no va a poder volver. Quizás después de contarles esto, sobre todo las niñas más pequeñas, nos podrán volver a preguntar en un par de días: “¿Y, cuándo va a volver la abuela?”. Habremos de contarles con cariño que no va a volver.

Podemos introducir algunas creencias religiosas o espirituales, siempre que creamos de verdad en ellas y no sean “nuevas” en la cultura familiar. Siempre podemos decir que no sabemos bien cómo es el después de la muerte, pero que no vamos a poder volver a verles  en carne y hueso.

Celebrar algunos rituales de despedida puede ayudarles a “digerir” un poco mejor esta irreversibilidad.

QUÉ HACER

  • PODEMOS DESPEDIRLES

Siempre puede ayudar el que participen en algún rito de despedida. Público o privado. En el caso de funerales, entierros y tanatorios, se estipula que a partir de los 6 años, los niños pueden participar en ceremonias de este tipo. Siempre que lo deseen, previendo que no va a haber ataques de ansiedad de personas en ellas y con el acompañamiento cercano de una persona adulta que vaya tranquilizándoles y explicándoles el sentido de lo que ocurre.

También pueden hacerse despedidas simbólicas en casa. Por ejemplo: hacer un dibujo para despedirse, escribir una carta de despedida, poner una vela cerca de su foto… Y es posible hacer algunas visitas al cementerio o donde estén las  cenizas  más adelante…

  • PODEMOS RECORDARLES

Algo que ayuda en el proceso de duelo de la niña, es poder hablar precisamente de la persona que ha fallecido y recordarla.  Quizás haya que esperar unos días o un tiempo para ello… Recordar anécdotas de experiencias compartidas, ver un álbum de fotos  familiar, hacer un listado de cosas divertidas que hacía el abuelo, pensar un lugar en casa o fuera de ella que va a ser el sitio de recuerdo de la abuela…

Se puede crear en familia LA CAJA DE LOS RECUERDOS…Decorar una caja y meter en ella cosas que nos recuerden al abuelo. Por ejemplo, una foto, un cromo, algo que nos regaló, un dibujo, algo que le perteneció… 

PODEMOS VER LA HUELLA QUE HAN DEJADO EN NOSOTRAS

Esto es lo más complicado para las personas adultas y para  las menores de edad. Y es algo que necesita tiempo… A veces, queremos explicarles que, de alguna forma, el abuelo sigue acompañándonos con su energía, con sus recuerdos, con todo lo que nos enseñó… pero no es fácil. Para ello, hay cuentos, libros, películas… que ayudan. Al final del artículo, apuntamos algunos de ellos. 

Poder recordar, apuntar o dibujar cosas que la abuela nos enseñó a la familia, sería útil. Por ejemplo, yo puedo decir que me enseñó a hacer tortilla de patatas, que me enseñó a cumplir con las cosas con las  que me comprometía… El niño puede escribir que el abuelo le enseñó a jugar a las cartas, o que le compraba muchas cosas…

  • PODEMOS LLORAR, PODEMOS REIR Y PODEMOS  SEGUIR CON LA VIDA

Es posible llorar, llorar en familia y llorar en soledad. Y debemos dejar claro al niño que esto es posible y sano, no hay que avergonzarse por ello y sus llantos no nos van a hacer daño a las personas adultas.

Y, también, podemos permitirnos reír con las anécdotas divertidas de la abuela o con cualquier otra cosa que nos pase durante esos días. Recuerdo que cuando era pequeña, (eran otros tiempos) al morir mis abuelos paternos, durante muchos días, se dejó de hablar, no se podía poner la tele o música, no se podía salir a divertirse y todo el mundo estaba triste. Yo sentía, siendo niña, que eso era lo que tenía que hacerse. Sin embargo, también quería seguir viendo mi serie favorita Dinastía (sí, ya sé no muy de público infantil), poder escuchar música, hablar de los abuelos, salir… Y poder reír…Y seguir con la vida…

APOYARLES CON SUS EMOCIONES DURANTE EL DUELO

Los niños, a su manera, también pasarán por diferentes fases del duelo, a su ritmo. Generalmente, el proceso de duelo se acaba antes en ellos. Y, siendo así, a veces, pueden tener reacciones emocionales que nos pueden sorprender y hemos de acompañar.

Pueden tener pesadillas, miedos, sentimientos de culpabilidad porque creen que han hecho algo malo que ha provocado la muerte de su ser querido… Pueden empezar a tener dolores de barriga, de cabeza, problemas de concentración, no querer separarse de los padres… Generalmente, las emociones más desagradables que pueden manifestar son tristeza y rabia.

Por ello, atender sus emociones a través del juego, los cuentos, las películas, el dibujo, un diario de emociones… puede ayudarles.  Será necesario explicar en el cole o en otros contextos   lo que ha ocurrido para que puedan estar atentas y hacer un acompañamiento al duelo desde su rol. 

Os dejamos una serie de REFERENCIAS para trabajar el duelo con niños, niñas y adolescentes. De cuentos, películas, páginas web … Y también dos GUÍAS estupendas sobre el Duelo, en las que podéis encontrar más detalles sobre cómo adaptar todo esto a cada edad, cómo responder a preguntas que nos hacen, qué hacer en situaciones de no posible despedida pública, cómo afrontar una muerte traumática o un suicidio, qué signos nos deben preocupar para pedir ayuda profesional, cómo hacerlo con niños con discapacidad intelectual …  Y más referencias de materiales para trabajarlo en casa, en el colegio…

Begoña Ruiz Ibáñez. Psicóloga, educadora social y psicomotricista

Begoña Ruiz forma parte de nuestro equipo de profesionales que responderá a tus dudas y tus inquietudes a través del asesoramiento online.

CUENTOS Y LIBROS  

  • “No es fácil pequeña ardilla” Elisa Ramón y Rosa Osuna.  Editorial Kalandraka.
  • “Dónde está el abuelo” Mar Cortina y Amparo Peguero.
  • “Vacío” Anna Llenas. Editorial Bárbara Fiore.
  • “Un pellizco en la barriga” Alma Serra y Marta López Palomo. Editorial Babidibú.
  • “El lenguaje de los árboles” Pepa Horno Goicoechea. Editorial Fineo.
  • “Emocionario” Cristina Núñez. Editorial Palabras Aladas.  
  • “Monstruo triste, monstruo feliz” Ed Emberly. Editorial Océano Travesía.
  • “Vaya rabieta” Mirelle d AraÇe. Editorial Corimbo.
  • “La tristeza” Eva Eland. Editorial Picarona.
  • “El jardín de mi abuelo” Autor: Pierola, M. y Gil Vila, M.A.  Editorial Bellatierra
  • Mejillas rojas” Autor: Janisch, H.  Lóguez Ediciones  2006 (ADOLESCENCIA)
  • “Un monstruo viene a verme” Autor: Ness, P. Editorial Nube de Tinta (ADOLESCENCIA)

PELÍCULAS

  • “Bambi” (Dibujos animados, infantil)
    • “El Rey león” (Dibujos animados, infantil)
    • “En busca del valle encantado (Dibujos animados, infantil)
    • “Buscando a Nemo” (Dibujos animados, infantil)
    • “Mi chica” (Preadolescencia)
    • “Ponette” (Adolescencia)
    • “Up” (Adolescencia)

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