¿Sabes qué le da miedo a tu hijo, a tu hija?

Esta semana ha sido la semana de hablar del miedo en diferentes lugares de mi vida. También en casa con mi hijo. Supongo que mucho tiene que ver el “recordatorio” que nos hizo la psicóloga Pepa Horno hace unos días en su charla “Criar en tribu, crecer en Red” para BBKFAMILY. (Si no la habéis visto, podéis hacerlo en este enlace, merece mucho la pena).

El miedo es una emoción desagradable que surge cuando percibimos una amenaza a nuestra persona o a las personas de las que dependemos afectivamente. Puede estar amenazada la salud, la integridad, la autoestima, la libertad, la forma de subsistencia, el vínculo… Y esa amenaza puede ser real y estar en el presente. O puede formar parte del pasado.  O puede aún no estar y ser imaginada en un futuro. Y, en cualquiera de los casos, podemos sentir las mismas reacciones corporales de temor. Nuestro cuerpo se preparar para huir o para paralizarse. 

Los niños y niñas también tienen miedo. La infancia es una etapa en la que el miedo siempre está presente de alguna forma…Por ejemplo, un miedo latente e inconsciente a poder perder a las figuras de apego de las que se depende para sobrevivir. Los niños y niñas no son tan conscientes de él y no lo suelen expresar con palabras, sino de otra forma (por ejemplo, con pesadillas, temores a personajes fantásticos como lobas, brujos, ogras …, en sus creaciones artísticas, en sus juegos, viendo sus “dibujos animados”, leyendo sus cuentos…) En el caso de los y las adolescentes, el miedo se relaciona también con la estabilidad y permanencia familiar, con ser o no ser valorados por el grupo de iguales, por no saber a qué dedicar su tiempo presente y futuro y equivocarse, por no saber muy bien cómo crear su propia identidad… Si les pillas el punto y el momento, pueden hablar de estos miedos con palabras con mayor o menor “profundidad”.

Generalmente, si niños, niñas y adolescentes están rodeadas de un entorno seguro, habrá otras emociones que van a servir de antídoto ante ese miedo dentro una relación afectiva. La curiosidad por aprender, la alegría y el disfrute, la calma, la seguridad…Sin embargo, hay situaciones vitales, familiares, sociales, de salud… que pueden hacerles vivir miedo en un volumen excesivo o sin capacidad de elaboración, de tal forma que pueden paralizarse o entrar en una espiral de huida emocional, manifestando problemas en el sueño, llanto prolongado, problemas estomacales, falta de concentración, poco apetito, conductas disruptivas, inhibición, comportamientos regresivos de edades inferiores… 

Ahora mismo, estamos en una situación mundial de pandemia y es lógico pensar que el miedo de nuestros hijos e hijas haya aumentado. Las profesionales expertas en bienestar infantil así nos lo confirman.  Por la incertidumbre que nos rodea, porque han vivido la muerte de familiares propios o de amigos, porque escuchan o viven situaciones de inestabilidad económica, porque han visto interrumpido o cambiado su día a día y su forma de relacionarse… Y, desde ahí, es importante poder ayudarles a elaborar estos miedos. Quizás, aparentemente, no digan o hagan nada llamativo al respecto pero el miedo está flotando, tal y como afirma Pepa Horno. 

Mi hijo está a mitad de camino entre ser niño y adolescente, tirando ya a adolescente. Durante esta semana, hemos hablado de sus miedos. En diferentes momentos: a la vuelta del parque donde había ido con un amigo a la pista de skate, en la cama antes de dormirse y mientras yo hacía un “atrapapesadillas” para un taller. 

En esta ocasión, no me ha dado permiso para dar detalles de nuestra conversación y me parece estupendo que quiera preservar su intimidad. Sólo puedo deciros que sus miedos estaban relacionados con la posibilidad de perder a figuras queridas por la COVID, con su futuro laboral- económico y con el sentirse reconocido o no por su grupo de iguales. 

Desde mi experiencia profesional como educadora y psicomotricista relacional, desde mi formación en Vinculación Emocional Consciente, desde mi vivencia como madre que hace lo que puede y teniendo muy cerca las reflexiones de Pepa Horno, me gustaría recordar  cuatro ideas de qué puede ayudar a la elaboración de los miedos con niños y niñas.  

Cuando son un poco más mayores (a partir de 10 años): 

1.Poder dar la oportunidad de hablar de la emoción del miedo. A veces, sucede de una manera más espontánea, a veces viene a “huevo” y otras se puede sacar el tema, sin obligar a hablar de ello si no lo desean en ese momento. Ayuda, por ejemplo, decir que yo como persona adulta tengo algún miedo.

2. Podríamos hacer una pregunta abierta directamente: “¿Qué te da miedo?” Pero así en frío igual asusta. Podemos hacer de espejo:

  1. “Te estoy notando un poco pensativo”/ “Te noto un poco pensativa últimamente cuando …”.
  2.  
  3. “¿Qué te preocupa? / ¿Qué te preocupa estos días? / ¿De casa, del cole, de lo que está pasando con la pandemia, de tu grupo de amigos/as…?”
  4. “Te escucho”.

3.Validar la emoción de lo que nos cuenta. (incluso si desde nuestro mundo adulto nos parece una “tontería” estar preocupada o tener miedo por algo que nos cuentan). “Entiendo que eso te preocupe o te dé miedo” Para eso es necesario que conectemos nosotras mismas con la emoción del miedo y, después, podamos salir de ella para encontrar una emoción que nos sirva para poder seguir preguntando o hablando desde la calma y la curiosidad.

4. “¿Qué volumen / tamaño le pondrías a ese temor o preocupación del 1 al 10.? /¿Es alto, medio o bajo?” / “¿Cómo lo dibujarías o harías en plastilina con ese tamaño? ¿Cómo sería?”

5. Abrir más a la conversación. Algunas preguntas ABIERTAS que nos podrían ayudar.  “¿Qué más me cuentas sobre eso? /¿Qué tendría que pasar para que bajara un poco de volumen? / ¿Qué podrías hacer tú y qué podríamos hacer nosotros para que bajara ese volumen?”/ ¿Cómo lo dibujarías o transformarías la figura de plastilina ahora más pequeño?” / ¿Qué otra ocasión te preocupó mucho algo y conseguiste llevarlo bien? / ¿Qué pasó? / ¿Qué pusiste de tu parte para ello? / ¿Qué hicimos nosotros que te ayudó? / ¿Qué podríamos repetir de eso esta vez?“.A veces, la conversación no va mucho más allá y tampoco hay que insistir o agobiar. Incluso podrán sacar el tema unos días más tarde y retomaremos.

6. Y más allá de poder invitar a nuestras hijas a hablar, es interesante que puedan:   

  • -escuchar que nosotras las personas adultas también tenemos miedo a veces. Y que, por ejemplo, también nos asustan algunas cosas en la pandemia. Y cómo nos las arreglamos para llevar mejor esos miedos. (si son soluciones positivas) Pero, ¡ojo!  Nuestras soluciones no tienen por qué ser sus soluciones o valerles y no hay que “imponerlas”.
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  • -escuchar que pueden contar con nosotras y el resto de personas de su red afectiva para sobrellevar mejor ese miedo. Para tolerar mejor los factores incontrolables y para incidir en aquellos otros factores que sí podemos controlar o cambiar. 
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  • seguir viviendo sus rutinas, sus encuentros al aire libre con amigas, sus salidas al parque a jugar, sus actividades deportivas…respetando las medidas necesarias.

En el caso de niños y niñas más pequeñas, este tipo de conversación no será posible. En esa etapa de la vida viven en el egocentrismo, la omnipotencia y el pensamiento mágico y tendremos que incluir nuestra ayuda dentro de éste.  Así, aparte de que puedan seguir con sus rutinas, vida social fuera de casa, con toda nuestra afectividad, podremos usar cuentos o elementos del mundo mágico para que puedan elaborar esos miedos. Próximamente, desde el programa BBKFAMILY se ha puesto en marcha un curso online gratuito para padres y madres de niños y niñas donde se abordará el tema de los miedos infantiles y pesadillas  y se incluirá un listado amplio de cuentos sobre los miedos y estrategias a usar.

Hay que recordar, además, que el miedo se combina muchas veces con el enfado, la tristeza o incluso la culpa. Por lo que es interesante abordar todo el abanico de emociones. El mejor recurso que tenemos como padres y madres es nuestro propio ejemplo de gestión emocional y nuestra habilidad para ayudarles con sus emociones. Para ello, a veces es necesario formarnos en educación emocional ya que no es algo que hayamos aprendido muy bien a hacer. El programa #Emozi-on de Bidegintza Coop. propone precisamente ideas para trabajar las emociones en casa desde el juego. (en las redes sociales de Bidegintza Coop. canal youtube, instagram y facebook). Por otra parte, hay cuentos que han ido saliendo específicamente para ir trabajando aspectos prácticos y emocionales implicados en la pandemia, el confinamiento, la nueva realidad…

Sobre la COVID y las emociones durante los confinamientos: (se pueden usar en reconfinamientos o para elaborar las huellas emocionales que dejaron)

  • Mi casa es un castillo. Itziar Fernández y Lorena Zamora. El Hilo Ediciones.
  • Mi heroína eres tú. Creado por el Grupo de Referencia sobre Salud Mental y Apoyo Psicosocial en Emergencias Humanitarias y Catástrofes del Comité Permanente entre Organismos (IASC).Se puede descargar en este enlace
  • Clementina y el coronavirus”“Clementina está confundida” y “Clementina está enojada”,  María José Camiruaga.
  • Cuentos infantiles para hablar de la COVID por UNICEF. En este enlace
  • Rosa contra el virus. Colegio Oficial de Psicología de Madrid. Enlace
  • Las emociones de Lucas en época de coronavirus.  Clara Muñoz Rey-Stolle (para niños y niñas con TEA).

Sobre la COVID y/o las emociones en la construcción de la “nueva realidad”: 

  • Cuentos para una nueva realidad. Begoña Ibarrola- Marisa Morea. Editorial: Planeta
  • Hasta que podamos abrazarnos. Eoin McLaughlin. Polly Dunbar Editor: Algar.
  • Un virus llamado amor. Ana María González Herrera Susana Rico Calleja. EL DODO LECTOR.
  • Cosas que cambian y que a veces nos asustan. Sonia Sanabria y Robert Garcia. Carambuco Ediciones
  • Con calma. Rachel Williams y Freya Hartas. Editorial Flamboyant

 

Hablar en casa de los miedos ha sido reconfortante, aunque mi hijo preadolescente se haga un poco el “orejas” cuando se lo recuerdo. Para acabar, quiero añadir una pequeña anécdota (me ha dado permiso) Mientras estaba preparando el “Atrapapesadillas”, tuvimos esta conversación: 

  • “¿Qué haces ama?” 
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  • “Estoy preparando un atrapapesadillas.”
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  • “Siempre haces cosas raras para tus talleres. ¿Qué es un atrapapesadillas?” 
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  • “Cuenta una historia que hace muchos años había un pueblo en el que los niños y las niñas vivían con el Miedo. Durante el día rondaba por su vida pero no les importaba porque hacían cosas con sus familias, con sus amigos, con sus  profesoras  y estaban rodeados de  la Alegría, la Curiosidad, la Calma y la Seguridad. Pero, por la noche, tenían pesadillas y el Miedo no les dejaba dormir bien.  Un grupo de niños y niñas del pueblo decidió acudir a la Montaña Mágica para pedir consejo a la Hechicera Mayor. Ésta les dijo que si cada familia creaba un “atrapapesadillas” con todo el amor que se tenían dentro de la familia  y lo colocaban en la habitación de cada niño o niña, el Miedo quedaría enganchado en sus redes por la noche y ya no tendrían tantas pesadillas. Así que a partir de ese día, todas las familias construyeron un atrapapesadillas con todo su cariño y lo pusieron en la habitación de los niños y niñas. – Y ¿sabes qué? –  Que las pesadillas empezaron a desaparecer y los niños y niñas dormían mucho mejor…- Y yo estoy construyendo ahora uno para enseñar en el taller. Si quieres lo ponemos luego en tu habitación…” 
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  • “Ama que yo ya soy mayor para esas historias… y ya no tengo pesadillas desde hace muchos meses…Pero, bueno, si te hace feliz, cuando lo acabes, déjalo en mi cuarto colgado del cuadro del Barça…”
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  • Pues eso, entre niño y adolescente… con sus miedos y sus otras emociones…Yo con una sonrisa en la boca, recordándole… y una pregunta rondando en mi cabeza: ¿Cómo seguir acompañándole emocionalmente en esta situación de pandemia sin “despistarme” con otras cosas?
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  • Begoña Ruiz Ibáñez. Psicóloga, educadora y psicomotricista.

 

Si quieres puedes inscribirte en el curso “Los miedos y pesadillas en la primera infancia” impartido por Begoña Ruiz.

Contenidos del curso:

  1. 1.Presentación
  2. 2.El miedo
  3. 3.A qué tienen miedo los niños y niñas
  4. 4.El mundo emocional de niños y niñas
  5. 5.¿Cómo se expresan los miedos infantiles?
  6. 6.Canalizar miedos durante el día (I)
  7. 7.Canalizar miedos durante el día (II)
  8. 8.Dar seguridad al irse a la cama
  9. 9.Cuando se despiertan con pesadillas
  10. 10.Nuestras emociones, lo más importante

  11. Begoña Ruiz: Psicóloga, educadora social y psicomotricista. LLeva 20 años acompañando procesos de cambio de familias, niños y niñas. Es educadora en Bidegintza y profesora de Escuela Internacional de Psicomotricidad. Participa en diferentes espacios de divulgación sobre la educación y la crianza y se está formando en el Modelo de Vinculación Emocional, VEC.

¡No esperes más e inscríbete!

El curso comienza el 17 de octubre y puedes hacerlo a tu ritmo.

 

 

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