¿Por qué amamas y aitites no pueden salir por la noche a divertirse?

La semana pasada salí con amigas por la noche y en una discoteca había una mujer que tendría unos setenta años. Una de mis amigas dijo en modo despectivo: “podría ser tu madre”. Esto me hizo reflexionar sobre lo estigmatizada que está la población mayor de sesenta años.

Pese a que ha habido un gran cambio entre la generación de mi amama y la de mi ama, todavía quedan muchos prejuicios. Actualmente cada vez más personas quieren tener un envejecimiento activo, realizan actividades deportivas, se apuntan a cursos de fotografía, Internet, teatro, podcast… Tienen tiempo, se sienten bien físicamente y sus ganas de aprender no han parado. Sin embargo, ¿por qué vemos con malos ojos que salgan por la noche y que bailen? Parece que sólo pueden hacerlo en la plaza de La Casilla de Bilbao y con música de su época. Imaginemos a una mujer o a un hombre de setenta años bailando el último éxito de Quevedo. Mucha gente se reiría de él o de ella, le dirían que se fuera a su casa, que ya está mayor. Pero es que apenas existen espacios para que disfruten del ocio nocturno las personas mayores de sesenta o simplemente para que puedan bailar.

Discoteca diurna para adultos mayores

Sin embargo, parece que esto también va a cambiar. En Corea del Sur, por ejemplo, el año pasado abrió la primera discoteca diurna para adultos mayores. Su objetivo es luchar contra la soledad y la demencia en un país cuya población de más de 65 años supera a la de los niños y niñas. La música de este local suele ser de los 60 pero suponemos que están abiertos a sugerencias. Además, se les anima a que vayan disfrazados, a que creen coreografías, en definitiva, a que se diviertan de la manera que más les guste.

En Madrid todavía resiste algún local para que personas mayores bailen, disfruten y si quieren, liguen también. Quienes acuden allí se quejan de que cada vez hay menos lugares a los que pueden ir a bailar y pasarlo bien. Aun así, no pierden la esperanza y disfrutan cada vez que van con amigas, amigos o en soledad.

El mercado tiene que ofrecer ocio nocturno para personas mayores de sesenta

A lo largo y ancho del mundo se puede ver esta necesidad. De hecho, en 2016 se presentó una tesis doctoral en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas en la que se diseñaba un plan de negocios para implementar una discoteca pub dirigida a personas de más de sesenta años, donde pudiesen disfrutar escuchando y bailando música de sus tiempos.

La razón por la que se escogió este tema fue debido a que en el mercado no existía un lugar de diversión exclusivo para ellos. Según la investigación realizada “hay un gran entusiasmo en las personas de esa edad, ya que disponen de mayor tiempo y dinero para divertirse al tener menores responsabilidades. Es por ello que este proyecto se ofrece a personas mayores de 55 años de edad, que viven en los distritos de Lima Moderna”.

Respecto al diseño del local, la tesis proponía disponer de dos ambientes por los que transitar libremente: “un Pub donde se pueda conversar y una Discoteca donde nuestros clientes podrán gozar de shows en vivo”.

Beneficios del baile

Y es que si la salud acompaña, bailar es una actividad que aporta grandes beneficios para nuestro organismo. Por un lado, favorece nuestra condición física y hace que la mente esté ocupada y, por otro, mientras se baila se segregan endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda este tipo de actividad física para evitar problemas que se derivan de la falta de actividad y la vida sedentaria, como la obesidad o diabetes y, además favorece el fortalecimiento de los músculos, especialmente en las piernas, brazos y caderas, así como el incremento en la resistencia y la flexibilidad.

Además, el baile potencia las relaciones sociales, ya que se suele bailar en grupo o en pareja, y suelen surgir risas, momentos agradables y divertidos. Así que la próxima vez que veas a una mujer o a un hombre de setenta años bailando en una discoteca, dedícale una sonrisa y anímale a que siga pasándoselo bien.

Andrea Alfaro. BBK Family

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