¿Los bebés deben de andar al año?

En primer lugar, agradecerte tu participación en este espacio sobre educación y crianza. Nos gustaría acompañarte en la búsqueda de soluciones de  tus dudas sobre el desarrollo de los y las bebés.

Padres y madres nos ocupamos en que nuestros hijos e hijas avancen en su maduración de una forma sana. Esa ocupación, a veces, se convierte en preocupación o sobrepreocupación y nos asaltan las dudas de si estarán  creciendo sanas o dentro de lo que se espera para su edad. Por ello, es interesante contextualizar y recapitular un poco.

CUÁNDO CONSIGUEN ANDAR  NIÑOS Y NIÑAS

Que una niña consiga ponerse de pie y, desde ahí, andar es todo un reto para ella. En este “hito” del crecimiento se ven implicados aspectos físicos y emocionales. Por una parte, la niña debe contar con la “fortaleza” corporal y las destrezas motrices para hacerlo y, relacionado con esto, del deseo de crecer, de explorar su entorno  y de poder acercarse más al mundo adulto desde otra posición.

Habitualmente, niños y niñas van alcanzando este reto entre los 10 y 14 meses, pudiendo  hacerlo a los 9 o los 17, por ejemplo. 

Así, hay bebés que pueden tardar más o menos en hacerlo, en función, por ejemplo, de:

  • su ritmo de maduración física y emocional. Es muy diferente entre bebés de la misma edad.
  • su “estilo” de exploración, más “intrépido” o “segurola”
  • miedos que hayan podido coger cuando lo han  intentado en alguna ocasión y han tenido algún percance y  les ha llevado  a ser más precavidos.
  • la vivencia que tienen de su entorno, de su familia. Si ésta le anima al crecimiento o  “quiere que siga siendo  más bebé”. Si le fuerza el ritmo o lo respeta.

CÓMO ACOMPAÑAR EL CRECIMIENTO

Vivimos en una sociedad en la que, a veces, queremos resultados a corto plazo, comparando “éxitos” con el resto de mortales y eso lo podemos trasladar a la crianza. Incluso en algún momento podemos sentir que no somos buenas madres o padres si nuestro hijo no alcanza determinados avances rápido. También es cierto que, dentro de nuestro papel en la crianza, está el observar que todo va desarrollándose de forma adecuada y pedir ayuda si esto no fuera así.

Podríamos decir que lo importante es estar atentas por si vemos algo que no cuadra   y  despertar el deseo de una niña de jugar, explorar, ser autónoma, crecer… Esto animará a que la niña, a su ritmo, vaya haciendo intentos de ponerse de pie, andar… disfrutando. El disfrute en un entorno seguro, afectivo y con unas normas es un ingrediente fundamental para un crecimiento sano

Para ello, podemos preguntarnos a nosotros mismos ¿Cómo conseguir esto?   ¿Cómo puedo ayudar a mi hija para que crezca y se ponga en pie y ande, por ejemplo, a su ritmo y disfrutando? ¿Cómo puedes hacerlo? Por ejemplo:

  • Compartir tiempos de juego con nuestro hijo en el suelo, a gatas, con objetos que rueden, de diferentes texturas, colocados a diferentes alturas… para estimular de una manera tranquila y desde el placer la confianza y el deseo de explorar.  Esto es algo que, en general, nos sale de forma innata, si dejamos “fluir” un poco a nuestro “niño interior”. También podemos encontrar algunas sugerencias  en libros como los de Anne Pulkinen “Jugar con bebés”  (Referencia ISBN: 9788425514982) y “Jugar con Niños a partir de 2 años“(Referencia ISBN: 9788425517648) de la editorial HISPANO EUROPEA. En estos libros, aparecen algunas sugerencias, siendo lo más efectivo, sin embargo, jugar desde la espontaneidad y lo que le surja a la niña en relación con nosotras. Los libros nos pueden dar ideas de qué materiales ofrecer o de la disposición de los espacios, por ejemplo.
  • No forzar a bebés para que se pongan de pie con ejercicios concretos o andadores, ya que no sólo se puede alterar el desarrollo físico, sino también emocional.
  • Seguir las revisiones médicas con pediatría. Hoy en día, las consultas médicas son frecuentes y pueden identificarse alteraciones de forma más o menos rápida. 

CUÁNDO PREOCUPARSE

En el caso de cumplir 18 meses sin que la bebe ande o si antes de ese tiempo se ve alguna otra dificultad motriz o relacional, siempre se puede contrastar con la pediatra. En cualquier caso, aun existiendo alguna dificultad más física o emocional, el compartir tiempos de juego y no forzar ritmos es una pauta a mantener. 

RESUMEN

SI A:

  • Facilitar tiempos de juego compartido o solo de la niña para explorar desde diferentes posturas, movimientos, gestos… de forma libre. El suelo es un gran aliado para esto.
  • Estimular la autonomía y el deseo de que el niño crezca, sin forzar

NO A:

  • Agobiarse y sobrepreocuparse en exceso .Sí a  contrastar lo que nos pueda inquietar con la pediatra.

OJO CON

  • Forzar que se ponga de pie o ande ya que puede ser contraproducente

BUSCA TU PROPIA RESPUESTA PERSONALIZADA DESDE TUS ÉXITOS

Te invitamos, en cualquier caso, a crear tus propias respuestas a   algunas  preguntas que te puedan surgir sobre dudas de la crianza en cuanto al crecimiento. Las orientaciones que proponemos son generales y pueden ayudar más o menos, en función de cómo sea la realidad de cada niño, niña y familia. Respondiendo a estas preguntas, podrás añadir la motivación emocional y el contexto cercano real  para poder hacerlo.

  • ¿Cómo es tu hijo/a? ¿Qué le gusta hacer?
  • ¿Qué cualidades positivas tiene tu hijo/a?
  • ¿Qué  experiencia has vivido ya antes  en la que tu hijo/a ha alcanzado algo nuevo en su crecimiento?
  • ¿Cuándo fue, cómo fue, qué pasó?
  • ¿Cómo conseguiste ayudarle en ese momento? ¿Qué pusiste de tu parte?
  • ¿Qué cualidades tuyo te ayudaron a conseguir acompañarlo?
  •  ¿Qué podrías poner de tu parte para seguir acompañándolo?
  • ¿Qué puedes probar a hacer en estos días? 

Esperamos haberte ayudado en tu consulta sobre este tema. Un saludo y muchas gracias de nuevo.

Menú

BBK Family Learning

×