¿Sabes cuál es el factor que más influye en el rendimiento académico?

De lunes a viernes, durante 10 meses al año, alrededor de 7 horas, dejamos a lo más valioso que tenemos las familias, a nuestros hijos e hijas en la escuela, el instituto… Y nuestro deseo es que aprendan, que encuentren amigos y amigas y un profesorado que les sepa entender, como ese profesor o esa profesora que tuvimos que nos cambió la vida, que nos hizo encontrar nuestra vocación.

Sin embargo, ¿qué es lo que hace que mejore la eficacia en el estudio? Cada vez son más las investigaciones que constatan la relación con diversos factores tales como la familia (las relaciones entre sus miembros, la relación de la familia con el profesorado y el centro educativo), la relación entre la persona docente y el alumno o la alumna, la arquitectura (los medios materiales)… pero por encima de todos ellos el factor que presenta mayor asociación con la eficacia es el clima afectivo en el aula.

Durante la pandemia, en el estudio que impulsamos desde BBK Family, “Hogares y COVID 19: Impacto y retos a los que nos enfrentamos los hogares de Bizkaia”, este último factor tomó mucha relevancia, puesto que aun cuando no se pudieron impartir clases en el espacio físico de la escuela, quienes prestaron atención a este factor del clima a través de las pantallas (clases virtuales) consiguieron mejores resultados.

Es clave, bajo cualquier circunstancia pero más aún en un contexto de pandemia, que las personas educadoras, a la hora de impartir conocimientos, midan y se preocupen del clima emocional del alumnado. De hecho, en aquellos casos en los que las y los profesores realizaron un mayor acercamiento a la familia e hicieron un seguimiento emocional de las y los alumnos, se notó una mejoría no sólo en relación con las calificaciones, también en otros aspectos como el absentismo escolar, etc.

Cuidar y cultivar las emociones en el entorno escolar tiene efectos muy positivos

Cuando antes de comenzar con los contenidos no se atiende este aspecto, se genera tensión en el seguimiento educativo de las y los estudiantes. Además, es importante considerar que no todo el alumnado tiene las mismas necesidades y que hay una parte del alumnado que puede presentar problemas (personas que presentan rigidez en emociones desagradables como la tristeza, rabia, asco…) o dificultades de aprendizaje que no podrán ser detectados y atendidos adecuadamente si no se enfocan.

Es necesario cuidar y cultivar las emociones en el entorno escolar porque tiene beneficios positivos sobre el grado de rendimiento y puede ayudar a evitar el fracaso académico. En este sentido, es necesario estar atento y comprender las diversas necesidades emocionales de todo el alumnado y conseguir crear un clima propicio para el aprendizaje en las aulas.

Como explicó Roberto Aguado durante su ponencia, “en ocasiones no es tan importante aprender como desaprender. La clave para conseguir climas apropiados para el aprendizaje en las aulas está en remover aquellos obstáculos o condicionantes relacionados con las conductas adversas, con la cronicidad en la rigidez emocional, etc.

En la medida en que la salud mental puede ser entendida como la capacidad de poder responder emocionalmente de manera flexible, lo que conlleva poder cambiar de una emoción a otra de forma equilibrada, convendría combatir la rigidez emocional, posibilitando que las personas estudiantes sean emocionalmente flexibles”.

Y es importante socializar, especialmente entre las y los profesionales del ámbito educativo formal y no formal pero también entre las familias, que las emociones desagradables no son necesariamente negativas, todas las emociones son útiles (llorar, enfadado, tristeza, rabia, etc.) cuando el contexto es el adecuado y lo fundamental es saber transitar por ellas.

Las relaciones de cercanía y confianza con las familias y la implicación del profesorado en el seguimiento y acompañamiento del alumnado, más allá de la trasferencia de contenidos, funcionan y tiene efectos positivos, por ello hay que trabajar más en esta línea. Se ha venido invirtiendo en infraestructuras y metodologías pero puede ser aún más importante invertir en formación y vinculación del profesorado.

¿Qué herramientas tienen los y las docentes para ocuparse de lo emocional?

Y es que hasta hace no mucho, no se tenían en cuenta estos otros factores que hemos mencionado; pero el profesorado cada vez es más consciente de su importancia y reclama que se le facilite formación en este sentido. Por ello, queremos trasladarles algunas claves y recursos que les puedan ser útiles en su día a día:

Programa Lotzen

Una de las formas de trabajar la interrelación emocional positiva entre el alumnado es integrar espacios grupales de relación lúdicos en el contexto escolar. Unos espacios en los que, a través de unas propuestas concretas y la afectividad consciente modelada por el profesorado, niños, niñas y adolescentes puedan tener una vivencia positiva del contexto escolar, fortalecer el sentimiento de grupo y la motivación al aprendizaje desde la curiosidad y seguridad. Este trabajo se reflejará posteriormente en la dinámica de lo académico, fortaleciéndose la relación tutor/a- alumnado desde una relación afectiva posibilitadora.   

En este sentido, desde Bidegintza y el equipo de educadores/as del EISE Casco Viejo del Ayuntamiento de Bilbao, se ha propuesto el programa Lotzen para contextos educativos. Su objetivo es favorecer un clima emocional posibilitador en las aulas, trabajando la afectividad y la cohesión del grupo.  Puedes descargarte el programa desde aquí. Incluye claves, reflexiones y ejemplos de dinámicas para crear esos espacios para la cohesión, conocimiento mutuo, distensión de grupos de personas y trabajo educativo. Lotzen ha sido elegido como un ejemplo coherente con el Buen Trato a la Infancia y Adolescencia  dentro de la campaña #buentratarte.

Artículo de Roberto Aguado donde explica la importancia de la emoción en el aprendizaje:

¿Quieres que te quieran para siempre o que te quieran cada día?

 
 

Libros de nuestra mediateca que puede serte útiles:

Programa reto

Educar con co-razón

 
 

24 de enero. Día Internacional de la Educación

BBK Family

 

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