Qué hacer si tu bebé sufre un golpe de calor, un atragantamiento o una convulsión… te ofrecemos algunas pautas

heridas en bebés

Ahora que llega el verano los golpes de calor son bastante frecuentes también en bebés. El cuerpo no puede eliminar el exceso de calor que ha generado, bien por realizar alguna actividad física (gatear al sol…) en un lugar donde la temperatura ambiente es bastante elevada o simplemente por estar al sol demasiado tiempo. Es por ello que hay que tratar de evitar que los bebés estén o jueguen al aire libre en las horas de más calor.

Además, los bebés tienen una menor reserva de agua y sudoración y su aparato respiratorio todavía se está desarrollando, lo que hace que sean más vulnerables a sufrirlo.

“Cuando se produce un golpe de calor es necesario trasladarles a urgencias, porque es una situación de emergencia”, advierte la matrona Mónica Blas en el  curso “Primeros auxilios para bebés de 0 a 2 años” que imparte en BBK Family Learning, y añade que “debemos llevarles a un sitio fresquito, quitarles la ropa y darles agua o si el bebé es pequeño, lactancia materna”.

Los síntomas más habituales suelen ser mareos, vómitos, elevación de la temperatura corporal superior a 40 grados, dolor de cabeza y taquicardia, aunque también son síntomas la piel seca y muy caliente, fatiga y debilidad, respiración superficial y rápida o calambres musculares.

Para prevenir un golpe de calor, además de evitar las horas de más sol, es muy importante la hidratación, darles agua a menudo. De hecho, a los bebés que no se les ha cerrado todavía la fontanela, cuando comienza la deshidratación y empiezan a padecer síntomas de un golpe de calor ésta se les marca mucho más.

La fiebre alta y el atragantamiento provocan mucha angustia en madres y padres

Mónica Blas, en el curso “Primeros auxilios para bebés de 0 a 2 años”, además de explicar cómo prevenir los golpes de calor, también ofrece consejos sobre la fiebre elevada o qué hacer ante un atragantamiento.

Niños y niñas de entre 1 y 6 años suelen tener fiebres altas, que en ocasiones derivan en convulsiones, las cuales impresionan bastante a padres y madres. Blas nos tranquiliza diciendo que es una situación bastante común y benigna, puesto que seguramente no tendrá ninguna consecuencia para nuestro bebé. Además, nos quita de la cabeza la idea de que hay que meterle algo en la boca para que no se muerda la lengua o se ahogue, pero sí que nos anima a arropar al bebé en el sentido más emocional de la palabra, porque estará alicaído o asustado.

Respecto a los atragantamientos, Mónica Blas reconoce que es una de las situaciones más graves y que más ansiedad provoca en madres y padres. Cuando empiezan a gatear o a dar sus primeros pasos, los bebés se llevan a la boca todo lo que encuentran, pequeñas piezas de juguetes, sobre todo si tienen hermanos o hermanas mayores, monedas… y al tratar de tragarlas, estas producen una obstrucción del canal aéreo que impiden que el bebé pueda respirar. También alimentos como salchichas o manzanas que no han sido cortadas en trozos muy pequeños, provocan atragantamientos.

Cómo hacer la maniobra de Heimlich en bebés

La matrona nos explica que en el caso de que no respire, se ponga morado… será necesario realizar la maniobra de Heimlich. Si llegamos a tener que practicarla, es importante saber que no se puede hacer esta maniobra de la misma manera a bebés de más de un año que a los que todavía no han cumplido su primer año. En el curso  sobre primeros auxilios explica utilizando un muñeco cómo se debe realizar dicha maniobra según la edad del bebé.

Además de cómo actuar cuando se produce un atragantamiento, la matrona Mónica Blas del Centro Amane, en dicho curso nos aconseja qué hacer cuando se producen quemaduras, heridas, reacciones alérgicas e intoxicaciones. Si quieres realizar el curso gratuito online “Primeros auxilios para bebés de 0 a 2 años”, puedes inscribirte aquí. Puedes ver el primer vídeo del curso desde aquí.

 

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